
Tu ne quaesieris, scire nefas, quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. ut melius, quidquid erit, pati.
seu pluris hiemes seu tribuit Iuppiter ultimam,
5 quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, vina liques, et spatio brevi
spem longam reseces. dum loquimur, fugerit invida
aetas: carpe diem quam minimum credula postero.
No indagues, Leucónoe, no es lícito saberlo, qué plazo a ti o a mí nos han otorgado los dioses, ni consultes los cálculos babilonios. ¡Cuánto mejor es aceptar cualquier cosa que ocurra! sea que Júpiter te haya reservado muchos inviernos, ya sea éste el último, el que ahora amansa, en los opuestos escollos, al mar Tirreno: sé prudente, filtra el vino; no pongas gran esperanza en el breve espacio de la vida. Mientras hablamos habrá huido, envidioso, el tiempo. Goza el hoy; mínimamente fiable es el mañana.
Horacio,Odas,I,11
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