jueves, 31 de mayo de 2012

UN PUÑADO DE PALABRAS, DISCIPULI ET DISCIPULAE


Hemos pasado muchas horas compartiendo la magia del aprendizaje. Con María, Yarisa y Laura han sido cuatro años, unas 500 horas de clase, más de 25.000 minutos, parece mucho, pero en días han sido unos 21 días, 3 semanas. Fijaos que esto supone un 1,43 % de nuestro tiempo. ¿El peso de la formación y de lo que ha quedado de ese tiempo alcanzará también ese porcentaje?.
Cuando he empezado a escribir este mensaje de despedida, no sabía que las ideas y las palabras iban a seguir este camino. Habéis comprobado en este viaje que hemos compartido navegando por el mundo clásico mi pasión por las palabras y por los números, que nos arrastran hacia lugares sorprendentes.
Una de mis frases favoritas “non scholae, sed vitae discimus” me ha llevado en muchas ocasiones a hablaros de cosas que no se preguntan en los exámenes, recordad “lo más importante que vemos en clase no se pregunta en los exámenes”. Esta manera de entender la educación hace que deje en el aula no sólo la ciencia del mundo clásico, sino también mi visión de la vida y el afán por transmitiros la pasión por el saber y sobre todo por vivir, intentando sacarle a cada día el meollo que tiene “carpe diem”. Decía vuestro profesor de latín “cada día es único”, el 31 de mayo de 2012 es un día único, no tendremos otro, por eso hay que aprovecharlo “tempus irreparabile fugit”.
Estos años me he encontrado muy a gusto con vosotros, he aprendido y me habéis hecho crecer como profesor. Os deseo lo mejor para la PAEG, que cuando haya pasado el tiempo, la veréis como un pequeño grano de arena. Os deseo lo mejor para vuestros futuros estudios y espero que lo que habéis aprendido en nuestras clase os ayuden a estudiar. Et postremo ab imo pectore vestrae vitae melius desidero.
Siempre tendréis abiertas las puertas de vuestra aula de clásicas, mi correo y mi casa para lo que necesitéis. Maximum amplectum et maxima fortuna omnibus de magistro vestro

martes, 22 de mayo de 2012

TENEMOS ESPERANZA

Manifestándonos y protestando en la calle también educamos a nuestros alumnos y a la sociedad en la que vivimos.
Nuestros vecinos nos han visto en la calle reclamando una mejores condiciones para la escuela. Alumnos y padres se han sumado a la marcha que hemos hecho por las calles de Herencia. He sentido que compartíamos una misma inquietud: unirnos para tener la educación que queremos.
La jornada de huelga ha tenido cosas muy positivas. Por primera vez el profesorado de los dos centros educativos nos hemos unido por un objetivo común. Ayer preparamos la jornada y hemos sido capaces en dos  encuentros de ponernos de acuerdo. Este puede ser un buen principio para profundizar en la relación entre todo el profesorado de la educación pública de la localidad: somos más de 100 profesores. Me encontrado muy a gusto recorriendo los dos centros y compartiendo las voces por la educación.
Hoy hemos levantado la voz, hemos dicho ¡basta ya!. Pero levantar la voz un día no es suficiente. Debemos mantener un esfuerzo sostenido si queremos que las cosas cambien, centro a centro y pueblo a pueblo. Debemos convencernos de que tenemos que reivindicar de nuestros políticos todas las mejoras posibles y reclamar que se pare este ataque feroz a la educación. En las circunstancias que estamos viviendo y en estos días he percibido algo que parecía perdido durante muchos años: la educación parece importarle a la sociedad, la gente empieza a manifestar su gran preocupación porque se produzca un mayor deterioro en la educación. Este puede ser el motor que puede hacer cambiar las cosas. Si para los ciudadanos la educación es importante: tenemos esperanza.
Pongamos nuestra mirada en reclamar de los políticos que mimen la educación, pero también pongamos nuestro empeño en trabajar cada uno por mejorarla. Los profesores mejorando nuestro trabajo cada día, valorando a cada alumno como alguien único que debemos ofrecerle lo mejor para que pueda aprender y formarse como ciudadano. Los padres fomentando el valor de la escuela, del saber, la importancia de los maestros de sus hijos, hablando bien de su escuela, aportando todo lo que sea posible y sintiéndola como propia, porque es nuestra. Los alumnos aprovechando cada día de escuela, sabiendo que están haciendo algo que tiene mucho valor y que merece la pena disfrutar de este tesoro.
Espero que los alumnos que nos han visto hoy defendiendo públicamente la educación y han gritado con nosotros, también mañana en cada clase se esfuercen por defender la educación pública de calidad con su trabajo.

jueves, 17 de mayo de 2012

ORGULLOSO DE LA ESCUELA PÚBLICA

Malos tiempos para la escuela pública. Quizá hemos valorado muy poco lo que teníamos y empezamos a verlo ahora que vemos peligrar una escuela que nos ha permitido a muchos pobres salir de nuestra cueva y tener acceso a todo un mundo que nos ha permitido vivirlo con los ojos de la justicia y de la igualdad. Como en muchas otras ocasiones, las dificultades, los problemas, los ataques a uno de los elementos fundamentales para tener posibilidades de igualdad social, nos pueden hacer despertar, unirnos y luchar por una escuela en la que hemos estudiado, en la que hemos crecido, que nos ha hecho libres y que nos ha permitido salir de la cueva en la que vivíamos.
Yo quiero que esta escuela pública siga ofreciendo esa posibilidad a todas las personas, especialmente a los que tienen menos recursos. Tenemos muchas formas de luchar, de reivindicar la escuela pública, pero una de ellas es que nosotros nos sintamos orgullosos de pertenecer a esta familia que lucha desde la escuela por la formación y la libertad de los ciudadanos y que contagiemos ese espíritu a nuestros alumnos y a las familias.
Yo quiero trabajar con más ilusión y esfuerzo, si cabe, y quiero seguir transmitiendo a mis alumnos la pasión por aprender, por saber, trabajando y esforzándose, porque lo que hacemos en la escuela es muy importante para cada uno de los alumnos que viven en la aulas y para toda la sociedad que alimenta este espíritu de libertad.
Os dejo un enlace con un vídeo elaborado en defensa de la escuela pública.

GRACIAS A LOS ALUMNOS DEL PCPI


Este curso he trabajado con un grupo de 12 alumnos de PCPI intentando enseñarles Lengua Española. Empezamos las clases en el mes de septiembre y lo que más oía de mis alumnos era "profesor, yo soy tonto", "ese es tonto, no tiene ni idea, no sabe nada"...era difícil trabajar en el aula, porque el grupo tenía la autoestima por los suelos. Ese ha sido el trabajo fundamental, hacerles creer en ellos mismos, que ellos se sintieran importantes en clase y bien tratados, que notaran que a su profesor le importaban y que podían aprender en clase. Ese cambio lo hemos logrado leyendo, hablando, comentando películas, escribiendo, pensando... planteándoles objetivos que podían cumplir.
Hoy hemos tenido la evaluación y de los 12 alumnos han aprobado 10. Han aprendido lengua española, han mejorado la escritura y la lectura. Pero lo más importante es que se han sentido queridos y han comprobado que pueden aprender y que son personas preparadas para seguir aprendiendo. He tenido mucha suerte de poder trabajar con ellos, porque me han ofrecido la posibilidad de encontrar respuesta a situaciones en las que parecía muy difícil poder aprender. Estoy agradecido porque ellos también han confiado en mí. Me han valorado y eso facilita el aprendizaje. Cuando valoramos a quién pretende enseñarnos es más fácil aprender.
Como os he dicho hoy en clase, os deseo lo mejor en vuestras prácticas y en los próximos cursos. Hemos hecho realidad dos principios educativos fundamentales: "El alumno no es una botella que hay que llenar, sino un fuego que hay que prender" y "non scholae, sed vitae discimus"